lunes, 7 de mayo de 2012

Reseña. Contra la comunicación, Mario Perniola




CONTRA LA COMUNICACIÓN,
MARIO PERNIOLA

Título del libro: Contra la Comunicación.
Autor: Mario Perniola
Año de publicación: 2004
Editorial: Amorrortu editores, Buenos Aires – Madrid.

Según el economista Jean Paul Fitoussi, la comunicación es el medio principal de las ideologías, las cuales constituyen un conjunto de opiniones y doctrinas ya preparadas, acríticamente adoptadas como sostén de la acción política. Por otro lado, la  información implica una simplificación y extrema banalización de las ideologías, un menoscabo del aspecto conceptual en favor de la emocionalidad.

Teniendo en cuenta este argumento cabe preguntarse si el proyecto pretende generar un cambio en las actitudes de la comunidad o solo dar a conocer una opción desde el arte. La respuesta claramente implica el generar un cambio en la comunidad con el fin de solucionar algunas de sus problemáticas, razón por la cual una posición política y un discurso elaborado del porqué la estrategia a trabajar en la investigación implican una salida o solución a las problemáticas; es coherente y consecuente con la propuesta a trabajar en esta investigación.

De lo contrario estaríamos cayendo en lo que Mario Perniola llama Sensología, el cual define como un neologismo  utilizado para referirse a la transformación de la ideología en una nueva forma de poder en consenso de las elites o la moda en el que a través de factores sensoriales y afectivos ahorra al individuo esfuerzo y responsabilidad, inventiva e independencia.

La argumentación del proyecto no debe caer en la Semiosis Hermética[1] vista desde la perspectiva de Perniola en la cual establece una relación de analogía, continuidad y semejanza entre todas las cosas del universo. De este modo cualquier afirmación resulta inadecuada y requiere que las complementen  de todas las otras: dado que estas últimas son infinitas, privando así al lenguaje de la posibilidad de decir algo sensato.

Aunque los proyectos culturales deben desarrollarse de acuerdo a las experiencias y costumbres de la comunidad, no debe carecer de argumentos racionales para así no caer en tratar de encubrir o justificar una idea, por medio de una exposición excesiva e incontrolada en todas sus variantes, como lo plantea Perniola en la analogía que hace de la comunicación con el concepto de esoterismo, en el cual la comunicación también guarda un secreto que consiste en tornarse invisible por el exceso de exposición.

El interés de los proyectos culturales no debe enfocarse a la creación violenta de una “subcultura del rendimiento” la cual Perniola describe como el mantenimiento de la excitación en la adopción de un tipo de sensibilidad ya preparado, dejando de lado la invención de un destino personal en búsqueda de la obtención del placer.

A su vez, es importante aclarar que la revolución y defensa de las ideas no tiene por qué utilizar la violencia comunicativa, imponiendo la imagen del Yo en el público. En este sentido Mario Perniola compara este tipo de estrategias con tácticas de manifestaciones como el Black Bloc[2]: el cual según el autor del libro, no es una violencia política sino comunicativa que carece de bases intelectuales e ideologías.

Manifestación Black Bloc en Hamburgo. Wikimedia Commons

Desde ese punto de vista el Autor agrega el concepto anglosajón del “Know How” el cual basado en la experiencia, es decir ese conocimiento fundamental de técnicas y consejos prácticos para saber “cómo hacerlo”, puede brindar a investigadores, pensadores creativos, artistas e innovadores intelectuales y técnicos; nuevas y extraordinarias perspectivas de intervención y de afianzamiento en el mundo pero a la vez lo expone al riesgo del sometimiento y la proletarización nunca antes vista en la edad moderna.

Este tipo de capital intelectual permite incursionar y reaccionar ante ciertas situaciones, pero puede llegar a caer en la inmediatez y en la falta de un análisis riguroso que permita una verdadera investigación que pueda generar un desarrollo real y no un estancamiento. Y es ese uno de los puntos de quiebre de la comunicación de masas: La inmediatez. A diferencia de la autonomía y la libertad, las cuales permiten que el conocimiento nazca, se desarrolle y se renueve.

A su vez, la comunicación de masas al tratar de abarcarlo todo tiende a ser represiva con la realidad misma tratando de ocultarla a través de la supuesta participación o inclusión de la sociedad en la opinión pública o su  negación. Esta represión analizada desde la Perspectiva de Lacan genera un mecanismo específico psicótico originado en la forclusión[3], la cual el Psiquiatra Jacques Lacan define como un rechazo primordial y radical del orden simbólico y la estructura de la sociedad, el cual se representa como un hueco o vacío inentendible que al analizarlo no puede ser llenado de manera racional.

De esta manera, Perniola describe que la comunicación como agresiva e intrusiva pero incapaz de generar un conflicto, pues su paradigma de lo imaginario mostrado como la realidad misma, elimina lo opuesto y su esencia misma a través de la seducción, fascinación y narcisismo del otro yo impidiendo la construcción del yo como rival de sí mismo. Esta incapacidad de pensar en una verdadera oposición y de sostener un verdadero conflicto, impide el enriquecimiento del mundo y de las diferentes realidades que nos rodean.

Por esta razón, es de gran importancia que los proyectos culturales no construyan un determinado imaginario para mostrar la realidad, sino que al contrario muestren la realidad como un espacio de conflicto entre diversos imaginarios y en ese sentido, el arte que no tiene origen, funciona como vehículo del origen mismo capaz de generar identidad y arraigo al proyecto mismo. Así, los proyectos culturales deben ser enmarcados en contextos no diferentes ni alternativos, sino diversos, en el cual el conflicto es un determinante necesario para la tolerancia y la convivencia y el cual es apoyado en las conquistas intelectuales y políticas propias del proceso mismo y se muestra dispuesto a asumir su criterio para poder evolucionar.

A Su vez, esta evolución u metas finales del proyecto deben ser producto del deseo propio y no socializado. Un deseo que se acomode a lo que ya se tiene y puede ser mejorado y no a un concepto de mundo mejor socializado que termina siendo una falta intangible, la cual no solo es imposible de aterrizar a la realidad de la comunidad sino que termina siendo infinita e insaciable. En este sentido el arte es capaz de plasmar cualquier deseo y saciarlo desde el alma.

La Estética como salida
Como posibilidad para revertir los efectos de la comunicación y la locura autodestructiva que aqueja a la sociedad occidental, según Perniola, se encuentra como salida el sentimiento estético de las cosas, entendido como una dimensión socioantropológica, la cual no debe alejarse demasiado de las necesidades y expectativas reales de los individuos y evite caer en la idolatría de la ganancia inmediata o el éxito.

Entonces la estética, según Eagleton, se muestra no tanto como una ideología sino como la quinta esencia de la misma en la sociedad contemporánea, pues es capaz de guardar el secreto de la imaginación humana[4]. A esto Perniola agrega que es imposible pensar la estética como ideología pues sería reducida a algo decorativo y utópico, razón por la cual su esencia radica en los efectos, los cuales pueden mostrarse a diferencia de la comunicación, como desinteresados, pues en últimas el juicio del gusto no tiene interés alguno, pero a su vez la estética muestra un interés que no es tan desinteresado como puede parecer a simple vista. En este punto del interés desinteresado, la economía de los bienes simbólicos y la institución social juegan un papel importante como regulador de la burocracia, las profesiones cultas, la investigación científica y la enseñanza, el cual desde Kant entra a ser todo lo independiente de la economía capitalista.

Charles Baudelaire. Wikimedia Commons.
Por otro lado, Perniola hace hincapié en la posibilidad de ver la estética alejada de la rigurosidad de la academia, pues el juicio del gusto es independiente de cualquier interés cognoscitivo y práctico. Sin embargo, el arte no puede ser reducido a las cosas bellas como lo plantea el realismo o el naturalismo, sino que debe ser dotado de un viraje cultural capaz de entregarle vivacidad e intensidad a todo, como Baudelaire plantea en su ensayo “El pintor de la vida moderna”, en el cual desarrolla la idea de una estética desinteresada basada en una ascesis mundana, cuya máxima expresión es una suma del guerrero que representa el espíritu heroico y la disposición para morir, la cortesana con el culto de la apariencia y de la provocación y, el monje que se domina a sí mismo y tiene cierta indiferencia hacia el dinero. Al tiempo este concepto implica una dualidad permanente con el poder de ser uno mismo y otro al mismo tiempo.

Sin embargo, la estética no puede caer en la insensatez y vulgaridad de la indiscreción, debe ser sobria, de buen gusto y capaz de percibir las diferencias, pues de otra manera seria víctima de la fugaz moda y la comunicación de masas. Sin embargo, no hablamos aquí de una cultura alternativa que excluye el desafío, al contrario lo incluye a través de la adopción de estrategias paradójicas o anómalas  en relación con las habituales estrategias políticas y económicas. Esta no pretende competir o demostrar sino luchar por sus derechos y deberes. Lo cual aplicado proyectos culturales implica un grado de participación más profunda que genera una conciencia activista de lucha en la defensa de los derechos y trabajo de los deberes, dotando este trabajo humano e intangible de un valor comercial inmaterial creado desde la admiración de su pensamiento e ideas de innovación. Una admiración pura que es recompensada por la humanidad a través de la gratitud, alejada de la fama y el reconocimiento que desplaza este tipo de admiración en la envidia del “querer ser” y no el hacer. La sociedad contemporánea parece estar más interesada en el ser importante que en el hacer cosas importantes.

Es aquí donde se encuentran dos conceptos interesantes que pueden llegar a ser mezclados:

Primero se encuentra el “Terrain Vague” que interesado por la forma de la ausencia en la metrópolis contemporánea, se focaliza en las áreas abandonadas de la ciudad para "reincorporarlas" a la productividad de la ciudad transformándolos en espacios reconstruidos. En segunda instancia, encontramos el termino del filósofo japonés Motoori Norinaga, ¡Ah ware! que significa alegría y tristeza por la belleza transitoria de las cosas, el cual rescata la importancia del mundo del placer, donde no importa si es bueno o malo, sino que si no  existiese sería aburrido.
Esquina de la Calle 163 con Avenida Novena. Barrio Babilonia.

Así, se puede finalizar por entender el valor trascendental de la estética más allá de la elección precipitada y superflua de lo bonito y lo feo, sino como una concepción socioantropológica en la que progresivamente puede descubrirse su profundidad en el contexto de una concepción filosófica que elimina el vacío a través de valores simbólicos representados en la disciplina creada o plasmada a través de sus comportamientos.
Es en este caso donde la base de todo proyecto cultural debe estar situada en la definición estética y su éxito se resume en la disciplina y coherencia del que hacer (creación artística) de sus comportamientos.




[1] Término utilizado por Umberto Eco en el libro “Los límites de la interpretación”, publicado en 1992.

[2]  táctica de manifestación violenta donde sus participantes se visten de negro y con pasamontañas evitan ser identificados por las autoridades y suelen parecer una sola masa unida creando una presencia revolucionaria. Según Wikipedia, algunos activistas que participan en los bloques negros, no utilizan la violencia contra personas, sino hacia símbolos del poder político.
[3] Concepto de la segunda mitad de los años cincuenta de la Teoria Psicoanalítica del médico Psiquiatra Jacques Lacan.
[4] Pensamiento expuesto por Terry Eagleton en su libro: La estética como ideología. Traducción de Germán y Jorge Cano. 2006. Madrid.

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