martes, 31 de julio de 2012

Los Invisibles.




LOS INVISIBLES

Intervención artística en búsqueda del reconocimiento del trabajo cultural de jóvenes en Usaquén y la recuperación de espacios en la Localidad.



Trailer San Antonio from Investigación Colciencias on Vimeo.

Con el fin último de generar un espacio que permitiera reconocer el trabajo cultural de la juventud de Usaquén y a su vez recuperar lugares abandonados a través de actividades artísticas y culturales; se ejecutó una intervención cultural por medio de actividades artísticas lideradas por algunos grupos de la Localidad en La Estación de Tren San Antonio ubicada en la Avenida novena con Calle 182 en el barrio  San Antonio; lugar que es considerado como un sitio abandonado y un foco de exclusión social debido a las problemáticas sociales externas que enfrenta las cuales se encuentran relacionadas con el mal uso de basuras y la inseguridad, además de la valoración que el barrio tiene acerca del lugar.

La antigua Estación de Tren San Antonio es un hermoso lugar de patrimonio arquitectónico en el que a pesar de estar habitado y en funcionamiento por la Fundación Manuela Villamizar, se ve en abandono debido a: la basura que a diario se bota sobre la carrilera, la inseguridad que no permite que sea un lugar para disfrutar, la falta de apropiación del espacio por parte del barrio, el vandalismo a través de grafittis y vidrios que se rompen de la casa y el rechazo hacia el lugar por parte de sus habitantes debido a la población con la que trabaja la Fundación Manuela Villamizar que son los recicladores habitantes del mismo barrio de San Antonio, los cuales el barrio tilda de ladrones, indigentes y precursores de la inseguridad sobre la vía del tren.

Entonces como objetivo se quiso lograr que artistas y grupos culturales de la localidad de Usaquén participaran en la recuperación de un espacio (Estación del Tren San Antonio) presentando su trabajo a la comunidad del barrio San Antonio a través de talleres y actividades artísticas y culturales.

Para esto se desarrolló una programación cultural en alianza con la Casa de la Cultura de Usaquén en la que se le invitó a participar de esta intervención a través del desarrollo de  la novena de aguinaldos que ellos realizan cada año en diferentes barrios bajo el marco de la Feria Decembrina. Así a través de su coordinador Nevardo Molina, se programó el rezo de la novena de aguinaldos al finalizar la jornada y la posibilidad de proyectar cine y  traer un grupo musical y adicionalmente se organizó durante la tarde talleres y actividades lúdicas por parte de algunos artistas y grupos culturales de la Localidad.

La programación cultural empezó con el grupo Huertópolis y su taller práctico de ensamble de agricultura vertical con materiales reciclados y sistemas de riego, con el fin de despertar intereses en el público acerca de saberes olvidados en relación al cultivo y las personas que cultivan, además de invitarlos a apropiarse del espacio del jardín de la estación que se tomó ese día para el desarrollo de la Huerta. En unión al taller de agricultura vertical se sumó el grupo Casa Entrecomillas con la actividad Jardines Insurgentes, que colaboró en un taller que combinado al de Huertos Verticales transformó el lugar en un Huerto a través de la pintura, el bricolaje y la reutilización de objetos encontrados sobre la carrilera y en la fundación.

Durante ese tiempo la Corporación Casa de la Cultura, llevó para proyección una película cinematográfica. Seguido empezó el taller de títeres con materiales reciclados dictado por Triada Andarín, en el cual participaron en su mayoría niños y adolescentes, quienes hicieron una búsqueda de basura sobre la carrilera del tren y en la Estación, que pudiera convertirse en materiales para construir los títeres y luego ellos mismos presentar una obra de títeres. Se construyeron por grupos 5 productos para construir la obra y con ayuda de otros títeres ya construidos y del profesor, se presentó una obra de teatro que los niños de manera improvisada crearon.

Así al caer la noche se dio final a la Actividad con la presentación del grupo “Los originales del vallenato” seguido del rezo de la novena Navideña, que dio final a la actividad.

De esta manera se considera como una intervención artística lo sucedido ese día en la Estación debido a que estas actividades artísticas lograron  modificar todo lo que representa aquel espacio, al lograr cambiar la forma en que sus habitantes percibían la estación y cómo ahora debido a lo sucedido la recuerdan como un lugar artístico y de disfrute.

Además, esta actividad permitió generar un espacio de reconocimiento como actores sociales de estos grupos culturales quienes dieron a conocer su trabajo y compartieron sus experiencias con los habitantes del barrio e integrantes de la Fundación. Este público logró integrarse y trabajar en conjunto a través de actividades lúdicas y artísticas en la recuperación de un espacio (La Estación de San Antonio) que se encuentra en abandono y en el que se excluía a un grupo de personas por su condición o papel de recicladores. A su vez las actividades involucraron el manejo y reutilización de materiales de desecho con el fin de dignificar el trabajo de los recicladores y cambiar el estereotipo o visión de mundo que se tiene acerca de esta labor.

Taller Huertópolis




Huertópolis.

Taller Laboratorio creativo de creación de nuevas formas de generación de conocimiento


Trailer Huertopolis from Investigación Colciencias on Vimeo.

Como estrategia para ahondar el tema de la educación se ejecutó este taller, pensado en primera instancia que, sin importar el nivel de conocimiento que se tuviera cualquier persona de cualquier edad pudiera participar de las experiencias, las cuales no fueron vistas como enseñanzas sino como un forma de compartir y construir entre todos (tanto talleristas como participantes) nuestros conocimientos. De esta manera se enriqueció el proceso y se mostró la experiencia de la educación desde otra perspectiva en la que el trabajo en equipo y las diferencias personales o culturales que identifican a sus participantes; son la base de una educación alternativa fundamentada en las realidades y experiencias personales y conjuntas de sus participantes.

Así, con la participación como tallerista del artista plástico Hamilton Mestizo y de Juan Felipe Pachón, como co-tallerista; La actividad se desarrolló en el salón comunal de Sueños Dorados donde se reúnen los adultos mayores del barrio y el cual queda ubicado en el Barrio Santa Cecilia Alta y se constituyó como un taller teórico-práctico de ensamble de agricultura vertical con materiales reciclados y sistemas de riego tecnificados, que fueron una excusa para generar un instalación artística de un huerto vertical que representa un sistema simbiótico donde las plantas, la tecnología y nosotros nos convertimos en un ecosistema híbrido capaz de trabajar en sintonía y ser apreciado al rescatar aquella relación con la naturaleza que se suele perder un poco en la ciudad, los saberes olvidados de los adultos mayores acerca de la agricultura y la posibilidad de a través de la ciencia y la tecnología de imaginar y recrear mundos posibles que puedan llegar a ser una solución a algunas de las problemáticas de la comunidad.


Esta instalación de un huerto vertical consta de 6 siembras de manzanilla, caléndula, toronjil, albahaca, orégano y menta respectivamente y el cual a través de biotecnología sencilla funciona con un sistema de riego inteligente creado por el tallerista y los participantes y  que consiste en el desarrollo y programación de un botón que activa una bomba de agua que a través de pequeñas mangueras riega las plantas.

Para este taller se quiso Invitar a participar a los jóvenes de la Fundación Manigua y a los adultos mayores del Grupo sueños dorados, de aquel Laboratorio de creación y experimentación artística considerado como una dinámica de integración intergeneracional, pues les permitió: conocerse y reconocer el trabajo cultural que hace cada una de las dos comunidades, aprender herramientas técnicas de una manera práctica y colaborativa a través del trabajo en equipo y reflexionar acerca de temáticas relacionadas con experiencias personales de estilos de vida, diversidad y diferencias intergeneracionales.

Por un lado, los adultos mayores son miembros del grupo de abuelos “Sueños Dorados” del barrio Santa Cecilia Alta, quienes se reúnen 2 veces por semana para desarrollar actividades recreativas y artísticas que les permitan sentirse activos y alejarse de la soledad que a veces los rodea a su edad.

Por otro lado, los jóvenes participantes, unos son bailarines e integrantes de la Emisora de la Fundación Manigua ubicada en el barrio que queda justo al lado del de los abuelos y que se llama Santa Cecilia Baja y los otros jóvenes quienes son voluntarios del grupo de servicio social de la Universidad del Bosque.

De esta manera se logró tocar el tema de la educación vista desde un enfoque experiencial y colaborativo, en el que a través del compartir del conocimiento en grupo, se logró generar lazos entre las 2 comunidades para hacer un seguimiento de cómo estas 2 comunidades se ayudan mutuamente para cuidar las plantas, aprenden métodos de adquisición de conocimiento autodidacta y DIY (Hazlo tú mismo) y a su vez, reflexionan como a partir del aprendizaje técnico también aprendemos a conocer y reconocer las diferencias de los otros y convivir en armonía.

Entonces, a partir del taller que constó de una sesión en la que se construyó la instalación y se programó el botón que permitía generar el sistema de auto-riego para las plantas; se tomó la decisión de seguir el proceso recolectando experiencias de los abuelitos respecto al crecimiento de las plantas y su experiencia. Además, se invitó a los jóvenes para que entre todos de manera colaborativa aportaran ideas en el desarrollo de un blog que ha servido como bitácora o diario de campo de un club de agricultores urbanos llamado Huertópolis que se generó entre los talleristas y los jóvenes de la Fundación Manigua.




HUERTOPOLIS FINAL from Investigación Colciencias on Vimeo.

Encuentra más información acerca de Huertópolis aquí.

Tarde de Sueños Dorados


Diarios de Campo

TARDE DE SUEÑOS DORADOS

¿Existe realmente alguna pócima para la eterna juventud o estamos condenados a perderla? En este caso, a partir de un optimismo desmedido, se quiso afrontar la juventud desde otra perspectiva que permitiera a todos disfrutarla como un estilo de vida, sin importar su condición etaria.

Así, se decidió explorar espacios en los que se pudiera integrar a jóvenes y adultos mayores, con el fin de compartir sus experiencias y puntos de vista entorno a la problemática social de la falta de garantías para el derecho a una "educación integral",  la cual es considerada no solo como la adquisición de conocimientos técnicos o académicos, sino como un proceso en el cuál los jóvenes pueden volver a escuchar los consejos de los viejos y los adultos, a su vez, tienen la posibilidad de conocer a sus hijos o nietos y aprender de ellos.

Para esto invitamos a algunos jóvenes que hacen trabajo social en la Universidad del Bosque a dialogar en una tarde onces con algunos abuelitos, en su mayoría mujeres, del grupo  “Sueños Dorados” del barrio Santa Cecilia, quienes en su mayoría provienen de familias campesinas que con sus padres llegaron a la capital hace mucho tiempo y se asentaron en Usaquén.




En primera instancia, al reunirnos todos en el salón de “Sueños Dorados”, nos dimos cuenta que a pesar de haber invitado a más jóvenes que abuelos solo nos acompañaron 2 jóvenes del grupo de trabajo social de la Universidad del Bosque y un grupo de 4 abuelos, en donde tanto jóvenes como adultos, todas eran mujeres.

Durante aquella tarde las abuelas nos enseñaron a las jóvenes a preparar arepas con queso tradicionales y nosotras compartimos una 'elaborada' receta de malteada de galletas las abuelas. De esta forma, se charló de manera amena acerca de como ellos ven y consideran la educación, de lo que la vida les ha enseñado, las problemáticas que ellos creen que existen acerca de cómo se maneja la educación actual con los jóvenes y las ideas o conclusiones que han sacado a partir de su experiencia de vida, las cuales tanto jóvenes como  adultos, consideran un tesoro y les gustaría compartir aquellas enseñanzas de la vida con el grupo y la sociedad.


De esta forma logramos comprender que debido a que estos adultos mayores tuvieron que trabajar desde muy pequeños y muchos no tuvieron la oportunidad de ir al colegio, la educación para ellos ha sido su misma experiencia, como lo que aprendieron por consejos de sus padres y lo que aprendieron por experiencias buenas y malas que tuvieron que vivir durante el transcurso de la vida.

Por otro lado, de alguna manera las jóvenes reclaman que a pesar de que han podido estudiar y aprender muchos conocimientos técnicos les ha hecho falta el apoyo y las enseñanzas de sus padres, quienes por pagarles una buena calidad de vida deben trabajar y no pasan mucho tiempo con ellos. A su vez, consideran como jóvenes que también tienen que enseñarle mucho a los adultos que a veces suelen subestimarlos como conocedores y maestros de ciertas dinámicas actuales que maneja la sociedad. 

Sin embargo, los adultos mayores no son muy ajenos a esta condición de soledad en la que se encuentran sumergidos los jóvenes y como a muchos gran parte de su vida les tocó criarse solos, su dura experiencia de jóvenes fue un motivante para que quisieran compartir con los jóvenes y aprender de ellos cómo les gusta que los traten y brindarles a estas nuevas generaciones la oportunidad de pasar más tiempo acompañadas y con el apoyo de sus familias.

De esta manera, pudimos notar la importancia del papel que pueden ejercer, sobre todo las abuelas, como educadores y puente de unión entre el mundo de los jóvenes y los adultos; pues por un lado, los adultos mayores tienen mucho tiempo libre que pueden aprovechar con los jóvenes en la participación de actividades lúdicas y de aprendizaje que en su juventud les fueron vulneradas o no pudieron realizar y,  por otro lado, se pudo encontrar que son las mujeres de la población adulta las que representan un liderazgo fuerte enfocado al trabajo social y comunitario que permite el desarrollo de los proyectos.


Fue así como abuelos y jóvenes consideramos como vía posible hacia una educación integral, la generación de espacios intergeneracionales que mezclen conocimientos experienciales y personales del mundo de antes junto con herramientas tecnológicas y académicas de nuestros días, a través de actividades artísticas y creativas que sensibilicen a sus participantes en la imaginación y creación de un producto artístico. Pues de esta manera es posible enriquecer los antiguos relatos, darles un nuevo uso y valor con el fin de que los jóvenes puedan apropiarse de ellos y evitar que se pierdan en el tiempo.

jueves, 14 de junio de 2012

Reseña. ¿Redistribución o Reconocimiento? Nancy Fraser

Investigación

¿REDISTRIBUCIÓN O RECONOCIMIENTO?
NANCY FRASER


Título del libro: ¿Redistribución o Reconocimiento? Un debate Político-filosófico.
Autor: Nancy Fraser
Capítulo: Capítulo I. La justicia social en la era de la política de la identidad: Redistribución, reconocimiento y participación.
Año de publicación: 2006
Editorial: Ediciones Morata, Madrid





En la actualidad las reivindicaciones de justicia social se dividen en dos tipos. Uno de ellos pretende una redistribución más justa de los recursos y la riqueza y el otro, una política de reconocimiento donde se acepte la diferencia y se reconozcan las diferentes identidades que en la actualidad con los procesos de globalización se vuelven más hibridas y complejas.

Éste será el tema de desarrollo para Nancy Fraser en el Capítulo I, hablará de como en la actualidad los dos bandos: uno que lucha por la igualdad a través de nuevos procesos de redistribución y el otro bando que lucha por el reconocimiento de las identidades como camino para la igualdad social. Sin embargo, cada uno se empecina en negar los postulados del bando contrario en busca de una verdad absoluta que será la solución a los problemas desigualdad que en la actualidad se incrementan cada vez más.

Para Fraser, ni la redistribución, ni el reconocimiento por separado bastan para superar la desigualdad y la injusticia en la actualidad. Es por eso que en este Capítulo, Fraser intenta hacer un análisis de estos dos aspectos y proponer una salida para resolver la desigualdad de la mano de estas dos teorías aplicadas en conjunto.

Podemos ver como estos dos tipos de reivindicación  de la justicia social son erróneos y los convierten en falsas antítesis. Por un lado, las corrientes o grupos enfocados al reconocimiento ignoran otros movimientos no tradicionales de reconocimiento como aquellos movimientos de clase los cuales no solo luchan por la redistribución de la riqueza sino que también implican un reconocimiento de estatus. A su vez, este tipo solo se conforma con la reivindicación del reconocimiento a partir de la afirmación de la especifidad del grupo o movimiento cuando muchas veces las causas de esta negación tienen que ver por aspectos de redistribución de la riqueza.

Por otro lado, Fraser considera también que la teoría de la redistribución no se puede aplicar solamente a orientaciones políticas centradas en la clase social, pues son los nuevos movimientos identitarios los que pueden hablar del cómo les afecta  ampliando así las teorías que hablan de la igualdad y la redistribución de la riqueza.

Entonces, Fraser considera la diferenciación de estos dos paradigmas en cuatro aspectos:

1.         Tienen diferentes construcciones de injusticia, pues, mientras la redistribución  considera la raíz de la injusticia en la estructura económica como la explotación, la marginación económica y la privación de ciertos recursos a algunos ciudadanos; el reconocimiento considera que el problema radica en aquellos  patrones sociales de representación, interpretación y comunicación los cuales traen como consecuencia la dominación cultural, el no reconocimiento de algunos grupos y la falta de respeto hacia sus creencias y cultura.

2.         Proponen diferentes soluciones a la injusticia, pues, mientras la redistribución plantea una reestructuración económica de algún tipo como la redistribución de los ingresos, la reorganización de la división del trabajo o el cambio de estructura de la propiedad; el reconocimiento expone cambios culturales o simbólicos que permitan revaluar las identidades no respetadas  y los productos culturales de los grupos difamados y el reconocimiento de la diversidad a través de la transformación de patrones sociales que permitan un cambio en la identidad social de todos.

3.         Tienen concepciones diferentes de las colectividades que sufren la injusticia, pues, el reconocimiento se basa en relaciones de reconocimiento de estas colectividades mientras que la redistribución basa la el sufrimiento de la injustica a través de relación económicas con el mercado o los medios de producción.

4.         Tienen ideas distintas acerca de las diferencias de grupo, pues mientras la redistribución lucha por abolir esas diferencias de grupo con el fin de lograr al igualdad; el reconocimiento por un lado pretende reconocer aquellas diferencias que han sido malinterpretadas injustamente o enmarcar sus diferencias en un jerarquía que les permita ser reconocidas y catalogadas bajo una identidad determinada.

Sin embargo, existen grupos que cumplen una bidimensionalidad entre ambos paradigmas pues padecen tanto de una mala distribución como de un reconocimiento erróneo, por ejemplo los grupos raciales también pueden ser analizados desde concepciones económicas de desigualdad y pueden sufrir a causa de estas, pues el hecho de que se vulnere su condición de Estatus también implica una mala redistribución de los recursos para con este grupo. Lo mismo puede suceder con la clase social o el género que implica una desigualdad en la redistribución de la riqueza y las estrategias que benefician al género implica una vulneración o reconocimiento de su estatus. Entre esta bidimensionalidad también se encuentra la sexualidad que en términos de redistribución implica que las parejas de homosexuales no puedan acceder a ciertos beneficios económicos que si reciben las parejas heterosexuales.

Lo anterior no puede ser tomado como que en ciertas ocasiones estas divisiones bidmesionales son una excepción sino al contrario podemos decir que todas estas categorías pueden incluso mezclarse entre sí, pues una persona participe de una dimensión puede hacer parte de otra, por ejemplo la identidad de raza y la clase estudiantil pueden mezclarse con problemas de redistribución que impiden el reconocimiento de este grupo en la academia y vulneran su participación como estudiantes por un mala redistribución de los recursos.


Otro ejemplo podría ser el problema de genero con el problema de raza, en el cual las madres indígenas son madres desde una temprana edad pero el desplazamiento forzado de estas mujeres por problemas de distribución del territorio y políticos vulnera la redistribución de los recursos a este tipo de mujeres y sus hijos en la capital, sometiéndolos a la pobreza pero denigrando también su estatus cultural como madres en las dinámicas culturales de la ciudad, algunas deben pedir dinero en las calles y pueden ser denigradas a la clase social de la indigencia y su cultura malinterpretada a la ignorancia y falta de educación.

Entonces el tema de reconocimiento, según Fraser, es un tema de justicia el cual se trata como una cuestión de estatus social. De esta manera  ser reconocido de forma errónea no implica sufrir una identidad distorsionada o haber sufrido el rechazo sino ser representado de un modo que impide la participación como iguales en la vida social.[1] En estos términos son las instituciones sociales las encargadas de plantear estrategias en las cuales sea posible la igualdad de condiciones de los diferentes grupos identitarios en la participación e involucramiento de los mismos como actores políticos y sociales.

En el caso de las madres indígenas desplazadas ¿Quién habla por ellas y las representa? Es deber de las instituciones generar las condiciones para que puedan participar y no sean excluidas y sean vulnerados sus derechos enmarcados en diferentes categorías bidimensionales como seres humanos, madres, indígenas y jóvenes productivas capaces como grupo de ser reconocidos y tener conocimiento para producir desarrollo a la sociedad.

Indígenas en Bolivia.
Foto por: Cesar Angel Zaragoza, en Flickr.


En este caso, tratar el reconocimiento como una cuestión de estatus, nos muestra como evitar que las reivindicaciones normativas queden hipotecadas a datos psicológicos individuales además del derecho no a que todo el mundo tenga el mínimo derecho a la estima social, sino al contrario que todo el mundo tenge derecho a alcanzar la estima social en justas condiciones de igualdad de oportunidades.

Esta interpretación del reconocimiento como una violación de la justicia basado en el modelo de estatus, nos permite asignarlo al dominio del deber universal como se consideraa la justicia distributiva. Así, encontramos algo en común entre estas diferentes dimensiones: ambas se encontrarían en una misma dimensión normativa.


Entonces, una concepción bidimensional de la justicia consideraría la distribución y el reconocimiento como perspectivas diferentes de la justicia pero dimensiones de la misma, en donde el núcleo normativo de esta concepción se encontraría en la “paridad de participación”[2] y para Fraser hacer posible esta paridad, necesita de que la distribución de los recursos garantice la independencia y la voz de todos los participantes y que a su vez estos participantes sean respetados y estén en igualdad de oportunidades para conseguir la estima social a través de la expresión de patrones institucionalizados de valor cultural.

Sin embargo, no es tarea fácil y no se puede ser sumiso a la hora de justificar una reivindicación del reconocimiento, pues la paridad participativa es el medidor que juzgará si los reclamantes de la redistribución o reconocimiento impiden esa igualdad de condiciones. Por esto Fraser propone tratar la paridad participativa de manera intergrupal, es decir de minorías a mayorías y a su vez, de manera intragrupal donde se puedan evaluar los efectos internos que de las prácticas minoritarias puedan excluirse de las globales. Lo cual no quiere decir que se deba tratar como una decisión sino al contrario se dará a través del diálogo y la argumentación participativa donde se pueden poner en juego las diferentesposiciones y enriquecerlas para tomar un cambio deparecer o una nueva decisión.

De esta manera el debate público elimina el autoritarismo y le concede dar la voz a aquellos que nunca la han tenido. A su vez nos permite hablar de manera espontánea acerca de nuestra realidad e historia dotándola de un dinamismo generador de nuevas ideas y percepciones de nuestra realidad ya sea local o global dependiendo de la circunstancia.

La clase social y el estatus en la sociedad capitalista se relacionan y pueden tener su causa o efecto en la otra, lo cual hace complicado reconocer de que tipo se desata el problema si del bando que apela a la distribución o el bando que apela al reconocimiento, pues en nuestra sociedad la estructura de clases ya no refleja el orden del estatus y sus injusticias pueden llegar a ser tan materiales como las de clase.

Por otro lado el estatus ha cambiado y esa modernización de estatus se ha producido por la mercantilización y los cambios en la era de la globalización que traen consigo la aparición de una sociedad civil pluralista y compleja en el variado conjunto de instituciones  que no necesariamente son mercantilizadas haciendo que los actores no ocupen un lugar determinado sino que constantementeluchen por su reconocimiento en los diferentes niveles enmarcados o no en aquellas instituciones.

Para remediar nuestra actual situación Fraser propone integrar por un lado el “dualismo esencial” que permite enmarcar la redistribución y el reconocimiento como 2 esferas de justicia diferentes, pues una pertenece al dominio económico de la sociedad y el segundo al terreno cultural y, que acompañado de un “dualismo de perspectiva”que dependiendo  del punto de vista que se tome, se pueda jugar entre estas dos esferasgenerando un lazo de comunicación entre ambas, reconociendo que ambas esferas inciden una en otra y así; evitarproducir efectos indeseados.[3]

Sin embargo, aplicar formas desde la institución enfocadas a la justicia no es tarea fácil.

Por un lado, las reformas de afirmación se centran en los resultados finales de la injusticia como por ejemplo valorar la identidad de un grupo, lo cual puede traer efectos indeseados como su simplificación al intentar clasificarlo con ciertas cualidades específicas y en el caso de la redistribución, provocaría en el reconocimiento diferencias y rechazos de estatus al tratar de resolver las problemáticas económicas de los más vulnerados.

Por otro lado, la transformación que es la estrategia que se encuentra más alejada de las necesidades inmediatas y reales de la sociedad, se centra en encontrar la raíz de fondo de la injusticia que con tal carácter solidario, tiende a formular derechos universales que reducen  la estigmatización de las clases con los vulnerados y beneficiados pero en vez de elevar la autoestima de quienes son reconocidos, desestabiliza de manera autoritaria las diferenciaciones de estatus vigentes creando una nueva autoidentidad para todos.


Ante esto,Fraser propone el concepto de “Reformas no reformistas” que combina el carácter práctico de la afirmación con el empuje radical de la transformación que ataca la injusticia en su raíz, es decir, que pueden haber reformas afirmativas con efectos transformadores no totales pero sí en algunos contextos determinados.[4]

La clave de esta difícil estrategia consiste en saber reconocer que cuando las opresiones en las identificaciones son muy fuertes,  la deconstrucción es la opción; pero cuando no es así y la opresión se lleva a cabo en las oportunidades de participación, la identidad debe quedar intacta y lo que se debe deconstruir son esas líneas que no permiten la visibilización y reconocimiento de identidades.

Las problemáticas de reconocimiento en la posmodernidad suelen ser un blanco fácil para promover la transformación, pues es la misma posmodernidad la que implica una búsqueda constante y dinámica de la identidad. En cambio la transformación en el plano económico y de redistribución es casi imposible por el mismo sistema al cual pertenecemos y  sus políticas de mercado. Así, las reformas no reformistas abren aquel campo de paridad de participación para que en el futuro se desarrollen o refuercen aquellas teorías y se enriquezcan de manera libre.

Nancy Fraser. Wikimedia Commons
Para esto Fraser propone que a la hora de desarrollar estrategias de“reforma no reformista”, exista una “reparación transversal”  que utilice medidas distributivas para el reconocimiento y medidas de reconocimiento para reparar la redistribución; todo esto con el fin de mitigar ambas formas de subordinación al mismo tiempo. Sin embargo esta propuesta solo es aplicable en algunos casos dentro de una estrategia coordinada y no de manera total o generalizadora.

Y, por otro lado recomienda tener muy en cuenta una “conciencia de los límites”, es decir, asumir una postura de reflexión sobre el impacto de una reforma no reformista  sobre los límites de grupo.

Entonces, se deben tener en cuenta como alternativas viables, aquellas que fomenten la paridad a través de los diálogos políticos, los cuales no deben posicionar a los individuos en un lugar fijo y determinado, sino que al contrario sea cambiante y dinámico y que permita la complejidad y que permita diferentes rumbos en la historia. Sin embargo, esto no quiere decir que no exista un claridad del marco en el que se desarrollan estas deliberaciones sobre la institucionalización de la justicia, en donde quede claridad de quiénes son los sujetos relevantes de la justicia y quiénes son los actores entre los que debe darse la paridad de participación, pues en la actualidad los procesos de globalización y la transnacionalización han hecho más complicado diferenciarlos y pueden cambiar constantemente.

Estos procesos de Globalización han eliminado la concepción de ciudadano exclusivo de una nacionalidad y residencia territorial, generando la multiplicación de las luchas por el reconocimiento en la actualidadha devuelto el interés masivo de la política de estatus y el decaimiento de la política de clase. De igual forma podemos argumentar la proliferación de estas luchas de reconocimiento, no solo por los flujos migratorios que producen la hibridación sino por los medios de comunicación y la internet.

Sin embargo, algunas de estas luchas no acuden a la institución por su complejidad,sino que adoptan posiciones de comunitarismo que las simplifica y matiza de un sinfín de identidades más y en muchos casos no promueven una interacción respetuosa a través de las diferencias sino las separan con intolerancia patriarcalismo y autoritarismo. Ante este problema, que en la juventud se hace el más fuerte y complicado; se necesita no reconocer sus diferencias, sino desde la institución poner a trabajar en conjunto esas diferencias para generar espacios abiertos de diálogo, conocimiento y enriquecimiento de sus identidades, de lo contrario estarán condenadas a desaparecer con la moda o por la violencia.

Para esto se debe encontrar el marco adecuado desde el cual trabajar estos problemas de manera correcta, pues a veces problemas que pueden parecer de tipo global solo tienen un efecto indeseado de manera local y es ahí donde se debe trabajar. En este aspecto también podemos ver un problema alternativo basado en la desigualdad económica producida por la aceleración de la globalización que junto con la multiplicación de las luchas del reconocimiento, generan una cortina de humo, que desplaza la fuerte problemática de la desigualdad basada en la redistribución de los recursos por un falsa lucha de estatus en la sociedad.

Por eso es importante hacer un análisis detallado de los límites de grupo al escoger estrategias de reforma no reformista  transnacionales que al cruzar la brecha entre nacionalidades puedan estar truncando el alcance de la justicia y excluir a actores sociales relevantes locales, es decir homogenizando una riqueza de identidades culturales que no nos permita conocer los verdaderos problemas locales en los que esas políticas se desenvuelven.



[1]  Página 35.Capítulo I. La justicia social en la era de la política de la identidad: Redistribución, reconocimiento y participación; Libro ¿Redistribución o reconocimiento? Un debate político-filosófico, Madrid : Ediciones Morata, 2006
[2] Página 42.Capítulo I. La justicia social en la era de la política de la identidad: Redistribución, reconocimiento y participación; Libro ¿Redistribución o reconocimiento? Un debate político-filosófico, Madrid : Ediciones Morata, 2006
[3] Página 61.Capítulo I. La justicia social en la era de la política de la identidad: Redistribución, reconocimiento y participación; Libro ¿Redistribución o reconocimiento? Un debate político-filosófico, Madrid : Ediciones Morata, 2006
[4] Página 76.Capítulo I. La justicia social en la era de la política de la identidad: Redistribución, reconocimiento y participación; Libro ¿Redistribución o reconocimiento? Un debate político-filosófico, Madrid : Ediciones Morata, 2006

viernes, 25 de mayo de 2012

Reseña. El postmodernismo o la lógica cultural del capitalismo avanzado

Investigación.

EL POSTMODERNISMO O LA LÓGICA CULTURAL DEL CAPITALISMO AVANZADO,




Título del libro: el posmodernismo o la lógica cultural del capitalismo avanzado
Autor: Frederic Jameson
Año de publicación: 1991
Editorial: Ediciones Paidós, Buenos Aires, Barcelona, México.





Para la elaboración de este ensayo el autor se ha basado en el economista Ernest Mandel, autor del libro El capitalismo Tardío[1], el cual ahonda en un análisis que tiene como objetivo revelar que esta nueva sociedad es tan solo una etapa del capitalismo, incluso más pura que cualquier anterior etapa.

Entonces, para Jameson, las profecías sobre la nueva sociedad que no obedece a las leyes del capitalismo clásico, es la primacía de la producción industrial y la omnipresencia de la lucha de clases propia del capitalismo. Esta teoría al igual que cualquiera de las teorías postmodernistas, las enmarca como posturas políticas, ya sean matizadas o explícitas, ante la naturaleza del actual capitalismo global y las cuales considera no deben hacer parte de un periodo enmarcado en una línea de tiempo homogenizada sino que al contrario, concibe la postmodernidad lejos de la noción de un estilo para pasar a ser una dominante cultural, que pudo haber existido desde el romanticismo.

La diferencia con el actual postmodernismo se basa en que la producción estética actual que vive al margen de la innovación y experimentación, entrando en el mundo de las mercancías y la sobreproducción de lo nuevo, que a veces puede llamarse industria cultural y que hoy en día se ve en la arquitectura postmoderna financiada por multinacionales y bancos, hasta ser fuente barata de inspiración para la publicidad o las modas pasajeras de ideologías y conocimiento, que también es fuente de consumo para la sociedad actual.

En cuanto a esto, Jameson establece unos postulados en los cuales intenta explicar o analizar el fenómeno de la postmodernidad en este capitalismo tardío y el objeto o sentido del mismo en la actualidad.

Reflexiones sobre la misión del arte político en el apabullante nuevo espacio mundial del capital tardío o multinacional:

1.       La deconstrucción de la expresión.
La superficialidad de la postmodernidad en el arte no permite que se revelen declaraciones políticas poderosas y críticas que permitan cuestionar o reflexionar acerca de la sociedad contemporánea, pues aunque estas declaraciones estén implícitas en la obra, por la superficialidad misma de la sociedad no pueden ser deconstruidas.

Algunas de estas banalidades a las que Jameson llama “el ocaso de los afectos”[2] y tienden a ser impersonales, pueden ser: la interiorización de la expresión que no permite argumentarla, la dialéctica de la esencia y la apariencia, lo latente y la represión reflejada en el interés por lo decorativo, entre otras faltantes que fragmentan el sujeto alejándolo de todo afecto, sentimiento y subjetividad que le impide reflexionar sobre su pérdida de la identidad a través de una eufórica e impersonal expresión que pretende más llamar la atención u obnubilar sus problemáticas y faltantes reales.

2.       La postmodernidad y el pasado.
La desaparición del sujeto individual, y su consecuencia formal de la creciente disipación del estilo personal, engendran la práctica casi universal de lo que se puede llamar pastiche[3]. Logrando que la norma se esfume de la literatura moderna, que proliferen los códigos sociales en las jergas profesionales y disciplinarias y, que la adhesión a grupos minoritarios se vuelva un fenómeno político en donde la cultura tardo-capitalista no sólo refleja la ausencia de todo gran proyecto colectivo, sino también el desvanecimiento del viejo lenguaje nacional. Entonces según Jameson,  el pastiche es el reflejo de la sociedad contemporánea que a través de la parodia vacía que pierde su vocación, es la imitación de un estilo verdadero pasado, como hablar un lenguaje muerto. Entonces los artistas postmodernos carecen de un estilo único que les obliga a remontarse al pasado a imitar estilos muertos.

Por otro lado, hoy en día existe un notable aumento de una adicción a la imagen fotográfica y existe una conexión nostálgica con el pasado con un intento desesperado de apropiarse del pasado a través de la moda y el cine nostálgico. En otras palabras vivimos una crisis de la historicidad, una búsqueda de la identidad a través de retazos del pasado o simplemente tratando de representar de manera vacía la esencia humana a través de la imagen.

3.       La ruptura de la cadena significante.
Entendida como la incapacidad de organizar el pasado y el futuro en una experiencia coherente que difícilmente puede producir algo más allá de pequeños fragmentos. Es decir, se rompe la cadena de significantes que no permite obtener un significado coherente, creando un arte esquizofrénico alejado de la temporalidad y la realidad misma. La antigua obra de arte ha pasado a ser un texto cuya lectura tiene lugar por la diferenciación más que por la unificación de conceptos.

4.       Lo sublime histérico
El arte como representación y expresión de la realidad refleja la perdida de profundidad del mundo contemporáneo. Entonces, el terror instaurado por aquello tan grande y omnipresente en todos los lugares como la globalización, se enmarca en el concepto de lo sublime de Burke, una cuestión, que según Kant, sobrepasa el poder y la inconmensurabilidad entre el hombre y la naturaleza; hasta el punto de afectar los límites que impiden dotar de representación algo tan inmenso.

A su vez Jameson en este pasaje propone como antagónicos el papel de la naturaleza, la cual se encuentra olvidada por la esquizofrenia del hombre y ha sido sustituida por la tecnología, algo que él llama el eclipse de la naturaleza.

Sin embargo, la tecnología ha logrado su cometido auténtico de evocar un futuro espacio postmoderno en el cual, a diferencia de los años noventa, se ha instaurado un acercamiento de nuevo hacia la naturaleza. Pues, aquel eclipse histérico de lo sublime, llegó al límite en el que la sociedad histérica ahora busca con más certeza un acercamiento al orden natural y real de las cosas, instaurando un acercamiento a la comunidad misma  y la naturaleza.

Podría decirse que el capitalismo tardío ha tratado de entrar en una etapa de descentralización, que bajo la hegemonía del poder económico y mediático que no lo permite, la sociedad misma ha buscado la salida en la distribución del poder en pequeñas comunidades. Lo cual ha hecho que teorías instauradas como el cyberpunk, propias de un futuro lejano, se acerquen cada vez más, no a través de una alta tecnología sino al contrario de una baja tecnología que acerca ese futuro a la cotidianidad misma. Estamos desenvolviéndonos en una nueva etapa en la que algunos han logrado idealizar y aterrizar ese sublime a ideas desinteresadas de un poder global por el interés de lo real, de quienes le rodean.

5.       El postmodernismo y la ciudad.
El espacio postmoderno es la apropiación de un espacio cualquiera que desde la esquizofrenia de la lógica cultural del capitalismo tardío, sugiere nuevos y variados modos de percepción y significado de ese mismo espacio y que a su vez genera nuevas dinámicas de relación con éste, que atado a estos variados retazos de significados; conforma relatos muchas veces invisibles ante los ojos del mismo espectador.

6.       La abolición de la distancia crítica
Sin importar si se es crítico o por el contrario fanático, es imposible pensar el actual capitalismo y la postmodernidad en la que vivimos desde un supuesto punto de vista que implique no estar inmersos o ser parte de ella. Por tanto, no se puede pensar la postmodernidad como un hoyo negro, del cual no se podrán ver desarrollo y beneficios. Por el contrario, como Jameson sugiere, se debe pensar la evolución cultural del capitalismo tardío como una dialéctica no solo desde una concepción radical respecto a la naturaleza de esta política cultural como un espacio temporal, sino por el contrario anacrónico. Es de importancia entender y empezar a construir bases que nos ayuden a desenredar la confusión actual que representa la postmodernidad desde la postmodernidad misma que estamos viviendo y no tratando de entenderle como un período histórico alejado de nuestra realidad.

Lo cual podría llevarnos a suponer que el postmodernismo tenga una realidad histórica, que por estar siendo experimentada en este momento puede estar alejada del conocimiento científico y solo el tiempo en el cual podamos estar inmersos, desenvolvernos, ser partícipes de sus dinámicas y experimentar el cambio a través de la posmodernidad misma, nos llevará a poder comprenderle y analizarle.

Entonces Jameson afirma que, el reto que queda en la era de la postmodernidad es empezar a entender de nuevo nuestra situación como sujetos individuales y colectivos y recuperar nuestra capacidad de acción y de lucha, hoy neutralizada por nuestra confusión espacial y social, la cual hoy, en mi opinión se va esbozando en una vuelta a lo local y una distribución del poder en pequeñas comunidades, una nueva mirada a la relación con la naturaleza la cual ligada a la tecnología intenta descubrir de maneras recursivas y económicas; cómo recuperar aquella relación con la naturaleza para que le permita a la sociedad entenderla como una realidad o una verdad natural e inherente al hombre.


[1] El capitalismo tardío. Ernest Mandel. México: Ediciones Era, 1972/1979.
[2]Tomado del Ensayo Lógica cultural del capitalismo Tardío de Frederic Jameson, Capítulo 2: La postmodernidad y el pasado, Página 6.
[3]Concepto de Thomas Mann (en DoktorFaustus) y que éste, a su vez, tomó de la gran obra de
Adorno sobre los dos caminos de la experimentación musical avanzada (la planificación innovadora de Schoenberg y el eclecticismo irracional de Stravinsky), que ha de diferenciarse claramente de la idea común de parodia. Tomado del Ensayo Lógica cultural del capitalismo Tardío de  Frederic Jameson, Capítulo 2: La postmodernidad y el pasado, Página 9. 

lunes, 7 de mayo de 2012

Reseña. Contra la comunicación, Mario Perniola




CONTRA LA COMUNICACIÓN,
MARIO PERNIOLA

Título del libro: Contra la Comunicación.
Autor: Mario Perniola
Año de publicación: 2004
Editorial: Amorrortu editores, Buenos Aires – Madrid.

Según el economista Jean Paul Fitoussi, la comunicación es el medio principal de las ideologías, las cuales constituyen un conjunto de opiniones y doctrinas ya preparadas, acríticamente adoptadas como sostén de la acción política. Por otro lado, la  información implica una simplificación y extrema banalización de las ideologías, un menoscabo del aspecto conceptual en favor de la emocionalidad.

Teniendo en cuenta este argumento cabe preguntarse si el proyecto pretende generar un cambio en las actitudes de la comunidad o solo dar a conocer una opción desde el arte. La respuesta claramente implica el generar un cambio en la comunidad con el fin de solucionar algunas de sus problemáticas, razón por la cual una posición política y un discurso elaborado del porqué la estrategia a trabajar en la investigación implican una salida o solución a las problemáticas; es coherente y consecuente con la propuesta a trabajar en esta investigación.

De lo contrario estaríamos cayendo en lo que Mario Perniola llama Sensología, el cual define como un neologismo  utilizado para referirse a la transformación de la ideología en una nueva forma de poder en consenso de las elites o la moda en el que a través de factores sensoriales y afectivos ahorra al individuo esfuerzo y responsabilidad, inventiva e independencia.

La argumentación del proyecto no debe caer en la Semiosis Hermética[1] vista desde la perspectiva de Perniola en la cual establece una relación de analogía, continuidad y semejanza entre todas las cosas del universo. De este modo cualquier afirmación resulta inadecuada y requiere que las complementen  de todas las otras: dado que estas últimas son infinitas, privando así al lenguaje de la posibilidad de decir algo sensato.

Aunque los proyectos culturales deben desarrollarse de acuerdo a las experiencias y costumbres de la comunidad, no debe carecer de argumentos racionales para así no caer en tratar de encubrir o justificar una idea, por medio de una exposición excesiva e incontrolada en todas sus variantes, como lo plantea Perniola en la analogía que hace de la comunicación con el concepto de esoterismo, en el cual la comunicación también guarda un secreto que consiste en tornarse invisible por el exceso de exposición.

El interés de los proyectos culturales no debe enfocarse a la creación violenta de una “subcultura del rendimiento” la cual Perniola describe como el mantenimiento de la excitación en la adopción de un tipo de sensibilidad ya preparado, dejando de lado la invención de un destino personal en búsqueda de la obtención del placer.

A su vez, es importante aclarar que la revolución y defensa de las ideas no tiene por qué utilizar la violencia comunicativa, imponiendo la imagen del Yo en el público. En este sentido Mario Perniola compara este tipo de estrategias con tácticas de manifestaciones como el Black Bloc[2]: el cual según el autor del libro, no es una violencia política sino comunicativa que carece de bases intelectuales e ideologías.

Manifestación Black Bloc en Hamburgo. Wikimedia Commons

Desde ese punto de vista el Autor agrega el concepto anglosajón del “Know How” el cual basado en la experiencia, es decir ese conocimiento fundamental de técnicas y consejos prácticos para saber “cómo hacerlo”, puede brindar a investigadores, pensadores creativos, artistas e innovadores intelectuales y técnicos; nuevas y extraordinarias perspectivas de intervención y de afianzamiento en el mundo pero a la vez lo expone al riesgo del sometimiento y la proletarización nunca antes vista en la edad moderna.

Este tipo de capital intelectual permite incursionar y reaccionar ante ciertas situaciones, pero puede llegar a caer en la inmediatez y en la falta de un análisis riguroso que permita una verdadera investigación que pueda generar un desarrollo real y no un estancamiento. Y es ese uno de los puntos de quiebre de la comunicación de masas: La inmediatez. A diferencia de la autonomía y la libertad, las cuales permiten que el conocimiento nazca, se desarrolle y se renueve.

A su vez, la comunicación de masas al tratar de abarcarlo todo tiende a ser represiva con la realidad misma tratando de ocultarla a través de la supuesta participación o inclusión de la sociedad en la opinión pública o su  negación. Esta represión analizada desde la Perspectiva de Lacan genera un mecanismo específico psicótico originado en la forclusión[3], la cual el Psiquiatra Jacques Lacan define como un rechazo primordial y radical del orden simbólico y la estructura de la sociedad, el cual se representa como un hueco o vacío inentendible que al analizarlo no puede ser llenado de manera racional.

De esta manera, Perniola describe que la comunicación como agresiva e intrusiva pero incapaz de generar un conflicto, pues su paradigma de lo imaginario mostrado como la realidad misma, elimina lo opuesto y su esencia misma a través de la seducción, fascinación y narcisismo del otro yo impidiendo la construcción del yo como rival de sí mismo. Esta incapacidad de pensar en una verdadera oposición y de sostener un verdadero conflicto, impide el enriquecimiento del mundo y de las diferentes realidades que nos rodean.

Por esta razón, es de gran importancia que los proyectos culturales no construyan un determinado imaginario para mostrar la realidad, sino que al contrario muestren la realidad como un espacio de conflicto entre diversos imaginarios y en ese sentido, el arte que no tiene origen, funciona como vehículo del origen mismo capaz de generar identidad y arraigo al proyecto mismo. Así, los proyectos culturales deben ser enmarcados en contextos no diferentes ni alternativos, sino diversos, en el cual el conflicto es un determinante necesario para la tolerancia y la convivencia y el cual es apoyado en las conquistas intelectuales y políticas propias del proceso mismo y se muestra dispuesto a asumir su criterio para poder evolucionar.

A Su vez, esta evolución u metas finales del proyecto deben ser producto del deseo propio y no socializado. Un deseo que se acomode a lo que ya se tiene y puede ser mejorado y no a un concepto de mundo mejor socializado que termina siendo una falta intangible, la cual no solo es imposible de aterrizar a la realidad de la comunidad sino que termina siendo infinita e insaciable. En este sentido el arte es capaz de plasmar cualquier deseo y saciarlo desde el alma.

La Estética como salida
Como posibilidad para revertir los efectos de la comunicación y la locura autodestructiva que aqueja a la sociedad occidental, según Perniola, se encuentra como salida el sentimiento estético de las cosas, entendido como una dimensión socioantropológica, la cual no debe alejarse demasiado de las necesidades y expectativas reales de los individuos y evite caer en la idolatría de la ganancia inmediata o el éxito.

Entonces la estética, según Eagleton, se muestra no tanto como una ideología sino como la quinta esencia de la misma en la sociedad contemporánea, pues es capaz de guardar el secreto de la imaginación humana[4]. A esto Perniola agrega que es imposible pensar la estética como ideología pues sería reducida a algo decorativo y utópico, razón por la cual su esencia radica en los efectos, los cuales pueden mostrarse a diferencia de la comunicación, como desinteresados, pues en últimas el juicio del gusto no tiene interés alguno, pero a su vez la estética muestra un interés que no es tan desinteresado como puede parecer a simple vista. En este punto del interés desinteresado, la economía de los bienes simbólicos y la institución social juegan un papel importante como regulador de la burocracia, las profesiones cultas, la investigación científica y la enseñanza, el cual desde Kant entra a ser todo lo independiente de la economía capitalista.

Charles Baudelaire. Wikimedia Commons.
Por otro lado, Perniola hace hincapié en la posibilidad de ver la estética alejada de la rigurosidad de la academia, pues el juicio del gusto es independiente de cualquier interés cognoscitivo y práctico. Sin embargo, el arte no puede ser reducido a las cosas bellas como lo plantea el realismo o el naturalismo, sino que debe ser dotado de un viraje cultural capaz de entregarle vivacidad e intensidad a todo, como Baudelaire plantea en su ensayo “El pintor de la vida moderna”, en el cual desarrolla la idea de una estética desinteresada basada en una ascesis mundana, cuya máxima expresión es una suma del guerrero que representa el espíritu heroico y la disposición para morir, la cortesana con el culto de la apariencia y de la provocación y, el monje que se domina a sí mismo y tiene cierta indiferencia hacia el dinero. Al tiempo este concepto implica una dualidad permanente con el poder de ser uno mismo y otro al mismo tiempo.

Sin embargo, la estética no puede caer en la insensatez y vulgaridad de la indiscreción, debe ser sobria, de buen gusto y capaz de percibir las diferencias, pues de otra manera seria víctima de la fugaz moda y la comunicación de masas. Sin embargo, no hablamos aquí de una cultura alternativa que excluye el desafío, al contrario lo incluye a través de la adopción de estrategias paradójicas o anómalas  en relación con las habituales estrategias políticas y económicas. Esta no pretende competir o demostrar sino luchar por sus derechos y deberes. Lo cual aplicado proyectos culturales implica un grado de participación más profunda que genera una conciencia activista de lucha en la defensa de los derechos y trabajo de los deberes, dotando este trabajo humano e intangible de un valor comercial inmaterial creado desde la admiración de su pensamiento e ideas de innovación. Una admiración pura que es recompensada por la humanidad a través de la gratitud, alejada de la fama y el reconocimiento que desplaza este tipo de admiración en la envidia del “querer ser” y no el hacer. La sociedad contemporánea parece estar más interesada en el ser importante que en el hacer cosas importantes.

Es aquí donde se encuentran dos conceptos interesantes que pueden llegar a ser mezclados:

Primero se encuentra el “Terrain Vague” que interesado por la forma de la ausencia en la metrópolis contemporánea, se focaliza en las áreas abandonadas de la ciudad para "reincorporarlas" a la productividad de la ciudad transformándolos en espacios reconstruidos. En segunda instancia, encontramos el termino del filósofo japonés Motoori Norinaga, ¡Ah ware! que significa alegría y tristeza por la belleza transitoria de las cosas, el cual rescata la importancia del mundo del placer, donde no importa si es bueno o malo, sino que si no  existiese sería aburrido.
Esquina de la Calle 163 con Avenida Novena. Barrio Babilonia.

Así, se puede finalizar por entender el valor trascendental de la estética más allá de la elección precipitada y superflua de lo bonito y lo feo, sino como una concepción socioantropológica en la que progresivamente puede descubrirse su profundidad en el contexto de una concepción filosófica que elimina el vacío a través de valores simbólicos representados en la disciplina creada o plasmada a través de sus comportamientos.
Es en este caso donde la base de todo proyecto cultural debe estar situada en la definición estética y su éxito se resume en la disciplina y coherencia del que hacer (creación artística) de sus comportamientos.




[1] Término utilizado por Umberto Eco en el libro “Los límites de la interpretación”, publicado en 1992.

[2]  táctica de manifestación violenta donde sus participantes se visten de negro y con pasamontañas evitan ser identificados por las autoridades y suelen parecer una sola masa unida creando una presencia revolucionaria. Según Wikipedia, algunos activistas que participan en los bloques negros, no utilizan la violencia contra personas, sino hacia símbolos del poder político.
[3] Concepto de la segunda mitad de los años cincuenta de la Teoria Psicoanalítica del médico Psiquiatra Jacques Lacan.
[4] Pensamiento expuesto por Terry Eagleton en su libro: La estética como ideología. Traducción de Germán y Jorge Cano. 2006. Madrid.

lunes, 30 de abril de 2012

Castillo Magdala


Foto sacada del Portal Alcaldía Sopo-Cundinamarca

El libro “Y la palabra se hizo barrio” comenta sobre la historia del castillo de Magdala[1] ubicado sobre la calle 189 debajo de la antigua carretera al Guavio. Al parecer esta edificación fue construida hace más de 70 u 80 años por Hector Reyes, arquitecto que esperaba el sector llegase a ser un barrio lujoso. Cuando el arquitecto murió su hija Edna Reyes, quien heredó el castillo. lo vendió a Gonzalo Torres y  después del año 1997 comenzó a funcionar como jardín infantil del colegio Franciscana Romana.


Además, documentos de la Alcaldía de Sopó – Cundinamarca comentan que en el año 1906, algunos años después de la Guerra de los Mil Días (1899 - 1902) provocada entre liberales y conservadores, Pedro León Acosta, quién intento asesinar al Presidente de la época, Rafael Reyes, tuvo que huir del país en un barco tras haber sido culpado como culpable de los hechos, años después pudo volver al país y pasar sus últimos días en el castillo Magdala.[2]