martes, 31 de julio de 2012

Los Invisibles.




LOS INVISIBLES

Intervención artística en búsqueda del reconocimiento del trabajo cultural de jóvenes en Usaquén y la recuperación de espacios en la Localidad.



Trailer San Antonio from Investigación Colciencias on Vimeo.

Con el fin último de generar un espacio que permitiera reconocer el trabajo cultural de la juventud de Usaquén y a su vez recuperar lugares abandonados a través de actividades artísticas y culturales; se ejecutó una intervención cultural por medio de actividades artísticas lideradas por algunos grupos de la Localidad en La Estación de Tren San Antonio ubicada en la Avenida novena con Calle 182 en el barrio  San Antonio; lugar que es considerado como un sitio abandonado y un foco de exclusión social debido a las problemáticas sociales externas que enfrenta las cuales se encuentran relacionadas con el mal uso de basuras y la inseguridad, además de la valoración que el barrio tiene acerca del lugar.

La antigua Estación de Tren San Antonio es un hermoso lugar de patrimonio arquitectónico en el que a pesar de estar habitado y en funcionamiento por la Fundación Manuela Villamizar, se ve en abandono debido a: la basura que a diario se bota sobre la carrilera, la inseguridad que no permite que sea un lugar para disfrutar, la falta de apropiación del espacio por parte del barrio, el vandalismo a través de grafittis y vidrios que se rompen de la casa y el rechazo hacia el lugar por parte de sus habitantes debido a la población con la que trabaja la Fundación Manuela Villamizar que son los recicladores habitantes del mismo barrio de San Antonio, los cuales el barrio tilda de ladrones, indigentes y precursores de la inseguridad sobre la vía del tren.

Entonces como objetivo se quiso lograr que artistas y grupos culturales de la localidad de Usaquén participaran en la recuperación de un espacio (Estación del Tren San Antonio) presentando su trabajo a la comunidad del barrio San Antonio a través de talleres y actividades artísticas y culturales.

Para esto se desarrolló una programación cultural en alianza con la Casa de la Cultura de Usaquén en la que se le invitó a participar de esta intervención a través del desarrollo de  la novena de aguinaldos que ellos realizan cada año en diferentes barrios bajo el marco de la Feria Decembrina. Así a través de su coordinador Nevardo Molina, se programó el rezo de la novena de aguinaldos al finalizar la jornada y la posibilidad de proyectar cine y  traer un grupo musical y adicionalmente se organizó durante la tarde talleres y actividades lúdicas por parte de algunos artistas y grupos culturales de la Localidad.

La programación cultural empezó con el grupo Huertópolis y su taller práctico de ensamble de agricultura vertical con materiales reciclados y sistemas de riego, con el fin de despertar intereses en el público acerca de saberes olvidados en relación al cultivo y las personas que cultivan, además de invitarlos a apropiarse del espacio del jardín de la estación que se tomó ese día para el desarrollo de la Huerta. En unión al taller de agricultura vertical se sumó el grupo Casa Entrecomillas con la actividad Jardines Insurgentes, que colaboró en un taller que combinado al de Huertos Verticales transformó el lugar en un Huerto a través de la pintura, el bricolaje y la reutilización de objetos encontrados sobre la carrilera y en la fundación.

Durante ese tiempo la Corporación Casa de la Cultura, llevó para proyección una película cinematográfica. Seguido empezó el taller de títeres con materiales reciclados dictado por Triada Andarín, en el cual participaron en su mayoría niños y adolescentes, quienes hicieron una búsqueda de basura sobre la carrilera del tren y en la Estación, que pudiera convertirse en materiales para construir los títeres y luego ellos mismos presentar una obra de títeres. Se construyeron por grupos 5 productos para construir la obra y con ayuda de otros títeres ya construidos y del profesor, se presentó una obra de teatro que los niños de manera improvisada crearon.

Así al caer la noche se dio final a la Actividad con la presentación del grupo “Los originales del vallenato” seguido del rezo de la novena Navideña, que dio final a la actividad.

De esta manera se considera como una intervención artística lo sucedido ese día en la Estación debido a que estas actividades artísticas lograron  modificar todo lo que representa aquel espacio, al lograr cambiar la forma en que sus habitantes percibían la estación y cómo ahora debido a lo sucedido la recuerdan como un lugar artístico y de disfrute.

Además, esta actividad permitió generar un espacio de reconocimiento como actores sociales de estos grupos culturales quienes dieron a conocer su trabajo y compartieron sus experiencias con los habitantes del barrio e integrantes de la Fundación. Este público logró integrarse y trabajar en conjunto a través de actividades lúdicas y artísticas en la recuperación de un espacio (La Estación de San Antonio) que se encuentra en abandono y en el que se excluía a un grupo de personas por su condición o papel de recicladores. A su vez las actividades involucraron el manejo y reutilización de materiales de desecho con el fin de dignificar el trabajo de los recicladores y cambiar el estereotipo o visión de mundo que se tiene acerca de esta labor.

Taller Huertópolis




Huertópolis.

Taller Laboratorio creativo de creación de nuevas formas de generación de conocimiento


Trailer Huertopolis from Investigación Colciencias on Vimeo.

Como estrategia para ahondar el tema de la educación se ejecutó este taller, pensado en primera instancia que, sin importar el nivel de conocimiento que se tuviera cualquier persona de cualquier edad pudiera participar de las experiencias, las cuales no fueron vistas como enseñanzas sino como un forma de compartir y construir entre todos (tanto talleristas como participantes) nuestros conocimientos. De esta manera se enriqueció el proceso y se mostró la experiencia de la educación desde otra perspectiva en la que el trabajo en equipo y las diferencias personales o culturales que identifican a sus participantes; son la base de una educación alternativa fundamentada en las realidades y experiencias personales y conjuntas de sus participantes.

Así, con la participación como tallerista del artista plástico Hamilton Mestizo y de Juan Felipe Pachón, como co-tallerista; La actividad se desarrolló en el salón comunal de Sueños Dorados donde se reúnen los adultos mayores del barrio y el cual queda ubicado en el Barrio Santa Cecilia Alta y se constituyó como un taller teórico-práctico de ensamble de agricultura vertical con materiales reciclados y sistemas de riego tecnificados, que fueron una excusa para generar un instalación artística de un huerto vertical que representa un sistema simbiótico donde las plantas, la tecnología y nosotros nos convertimos en un ecosistema híbrido capaz de trabajar en sintonía y ser apreciado al rescatar aquella relación con la naturaleza que se suele perder un poco en la ciudad, los saberes olvidados de los adultos mayores acerca de la agricultura y la posibilidad de a través de la ciencia y la tecnología de imaginar y recrear mundos posibles que puedan llegar a ser una solución a algunas de las problemáticas de la comunidad.


Esta instalación de un huerto vertical consta de 6 siembras de manzanilla, caléndula, toronjil, albahaca, orégano y menta respectivamente y el cual a través de biotecnología sencilla funciona con un sistema de riego inteligente creado por el tallerista y los participantes y  que consiste en el desarrollo y programación de un botón que activa una bomba de agua que a través de pequeñas mangueras riega las plantas.

Para este taller se quiso Invitar a participar a los jóvenes de la Fundación Manigua y a los adultos mayores del Grupo sueños dorados, de aquel Laboratorio de creación y experimentación artística considerado como una dinámica de integración intergeneracional, pues les permitió: conocerse y reconocer el trabajo cultural que hace cada una de las dos comunidades, aprender herramientas técnicas de una manera práctica y colaborativa a través del trabajo en equipo y reflexionar acerca de temáticas relacionadas con experiencias personales de estilos de vida, diversidad y diferencias intergeneracionales.

Por un lado, los adultos mayores son miembros del grupo de abuelos “Sueños Dorados” del barrio Santa Cecilia Alta, quienes se reúnen 2 veces por semana para desarrollar actividades recreativas y artísticas que les permitan sentirse activos y alejarse de la soledad que a veces los rodea a su edad.

Por otro lado, los jóvenes participantes, unos son bailarines e integrantes de la Emisora de la Fundación Manigua ubicada en el barrio que queda justo al lado del de los abuelos y que se llama Santa Cecilia Baja y los otros jóvenes quienes son voluntarios del grupo de servicio social de la Universidad del Bosque.

De esta manera se logró tocar el tema de la educación vista desde un enfoque experiencial y colaborativo, en el que a través del compartir del conocimiento en grupo, se logró generar lazos entre las 2 comunidades para hacer un seguimiento de cómo estas 2 comunidades se ayudan mutuamente para cuidar las plantas, aprenden métodos de adquisición de conocimiento autodidacta y DIY (Hazlo tú mismo) y a su vez, reflexionan como a partir del aprendizaje técnico también aprendemos a conocer y reconocer las diferencias de los otros y convivir en armonía.

Entonces, a partir del taller que constó de una sesión en la que se construyó la instalación y se programó el botón que permitía generar el sistema de auto-riego para las plantas; se tomó la decisión de seguir el proceso recolectando experiencias de los abuelitos respecto al crecimiento de las plantas y su experiencia. Además, se invitó a los jóvenes para que entre todos de manera colaborativa aportaran ideas en el desarrollo de un blog que ha servido como bitácora o diario de campo de un club de agricultores urbanos llamado Huertópolis que se generó entre los talleristas y los jóvenes de la Fundación Manigua.




HUERTOPOLIS FINAL from Investigación Colciencias on Vimeo.

Encuentra más información acerca de Huertópolis aquí.

Tarde de Sueños Dorados


Diarios de Campo

TARDE DE SUEÑOS DORADOS

¿Existe realmente alguna pócima para la eterna juventud o estamos condenados a perderla? En este caso, a partir de un optimismo desmedido, se quiso afrontar la juventud desde otra perspectiva que permitiera a todos disfrutarla como un estilo de vida, sin importar su condición etaria.

Así, se decidió explorar espacios en los que se pudiera integrar a jóvenes y adultos mayores, con el fin de compartir sus experiencias y puntos de vista entorno a la problemática social de la falta de garantías para el derecho a una "educación integral",  la cual es considerada no solo como la adquisición de conocimientos técnicos o académicos, sino como un proceso en el cuál los jóvenes pueden volver a escuchar los consejos de los viejos y los adultos, a su vez, tienen la posibilidad de conocer a sus hijos o nietos y aprender de ellos.

Para esto invitamos a algunos jóvenes que hacen trabajo social en la Universidad del Bosque a dialogar en una tarde onces con algunos abuelitos, en su mayoría mujeres, del grupo  “Sueños Dorados” del barrio Santa Cecilia, quienes en su mayoría provienen de familias campesinas que con sus padres llegaron a la capital hace mucho tiempo y se asentaron en Usaquén.




En primera instancia, al reunirnos todos en el salón de “Sueños Dorados”, nos dimos cuenta que a pesar de haber invitado a más jóvenes que abuelos solo nos acompañaron 2 jóvenes del grupo de trabajo social de la Universidad del Bosque y un grupo de 4 abuelos, en donde tanto jóvenes como adultos, todas eran mujeres.

Durante aquella tarde las abuelas nos enseñaron a las jóvenes a preparar arepas con queso tradicionales y nosotras compartimos una 'elaborada' receta de malteada de galletas las abuelas. De esta forma, se charló de manera amena acerca de como ellos ven y consideran la educación, de lo que la vida les ha enseñado, las problemáticas que ellos creen que existen acerca de cómo se maneja la educación actual con los jóvenes y las ideas o conclusiones que han sacado a partir de su experiencia de vida, las cuales tanto jóvenes como  adultos, consideran un tesoro y les gustaría compartir aquellas enseñanzas de la vida con el grupo y la sociedad.


De esta forma logramos comprender que debido a que estos adultos mayores tuvieron que trabajar desde muy pequeños y muchos no tuvieron la oportunidad de ir al colegio, la educación para ellos ha sido su misma experiencia, como lo que aprendieron por consejos de sus padres y lo que aprendieron por experiencias buenas y malas que tuvieron que vivir durante el transcurso de la vida.

Por otro lado, de alguna manera las jóvenes reclaman que a pesar de que han podido estudiar y aprender muchos conocimientos técnicos les ha hecho falta el apoyo y las enseñanzas de sus padres, quienes por pagarles una buena calidad de vida deben trabajar y no pasan mucho tiempo con ellos. A su vez, consideran como jóvenes que también tienen que enseñarle mucho a los adultos que a veces suelen subestimarlos como conocedores y maestros de ciertas dinámicas actuales que maneja la sociedad. 

Sin embargo, los adultos mayores no son muy ajenos a esta condición de soledad en la que se encuentran sumergidos los jóvenes y como a muchos gran parte de su vida les tocó criarse solos, su dura experiencia de jóvenes fue un motivante para que quisieran compartir con los jóvenes y aprender de ellos cómo les gusta que los traten y brindarles a estas nuevas generaciones la oportunidad de pasar más tiempo acompañadas y con el apoyo de sus familias.

De esta manera, pudimos notar la importancia del papel que pueden ejercer, sobre todo las abuelas, como educadores y puente de unión entre el mundo de los jóvenes y los adultos; pues por un lado, los adultos mayores tienen mucho tiempo libre que pueden aprovechar con los jóvenes en la participación de actividades lúdicas y de aprendizaje que en su juventud les fueron vulneradas o no pudieron realizar y,  por otro lado, se pudo encontrar que son las mujeres de la población adulta las que representan un liderazgo fuerte enfocado al trabajo social y comunitario que permite el desarrollo de los proyectos.


Fue así como abuelos y jóvenes consideramos como vía posible hacia una educación integral, la generación de espacios intergeneracionales que mezclen conocimientos experienciales y personales del mundo de antes junto con herramientas tecnológicas y académicas de nuestros días, a través de actividades artísticas y creativas que sensibilicen a sus participantes en la imaginación y creación de un producto artístico. Pues de esta manera es posible enriquecer los antiguos relatos, darles un nuevo uso y valor con el fin de que los jóvenes puedan apropiarse de ellos y evitar que se pierdan en el tiempo.